domingo, 2 de abril de 2017

Ayeres.

En plena crisis creativa,en plena deriva imaginativa,me recomiendan salir a ver paisajes y parques,flores y estanques. Así que,salgo a dar un paseo. Alcorcón no es una ciudad muy grande,de hecho,he recorrido sus avenidas,calles,caminos y paseos más de cien veces en un día. Sus calles principales rebosan vida,y las que no lo son,guardan silencio y secretos que sólo los que vivieron esos momentos saben,y recuerdan. En una de estas calles,comienza nuestra historia.

Era invierno,era un invierno frío,de los de antes,de los de coger abrigos,guantes y bufandas. Era invierno de casetas de castañas,de chocolates calientes,y de mantas y películas. Era un invierno de esos en los que no apetece salir. Un invierno de coches congelados,de charcos helados,y de heladas. Era antes y no es ahora,y fue antes,cuando no sentí frío,y no ahora,que ya estoy congelado. Coincidimos una vez,en ese invierno,en el frío del hielo,y desde entonces hasta ahora,compartimos camino. Recuerdo ese día perfectamente,recuerdo la primera impresión que tuve sobre ti,y no sé cual fue la tuya sobre mí. Había algo en ti que hacía que yo quisiera acercarme a hablarte,a conocerte,Quería saber de ti,porque para mí,eras diferente. Recuerdo ese invierno como uno de los últimos donde sentí algo,antes de no sentir nada,para siempre. Recuerdo conversaciones y risas,y sonrisas. Pero sólo son eso,recuerdos....

Estoy sentado en un banco mirando a la nada,a donde antes había algo,al lugar en el que coincidimos. Y ahora,no hay nada,porque el tiempo,de nuevo,se lo ha llevado todo. Ha puesto tierra,piedra,ladrillos y muros en medio,y nos ha distanciado,ha instalado medianas y refugios en el camino. A veces los miro y pienso en destruirlos, en volver a antes de esas murallas. Pero parece imposible.

Mientras estoy sentado sin avanzar,él si lo hace,y de nuevo,llega la primavera. Y  de nuevo llega la fecha que todos los años señalo en el calendario,porque para mí es importante,porque a mí me marcaste,porque tuviste,y tienes,algo que me parece especial. Y sigue avanzando,y sigue bailando,sin pausa,pero sin prisa. Son muchos años pasando por donde había algo,si cierro los ojos puedo volver a donde todo empezó,y puedo sentir lo que sentí cuando comenzó.

Estoy escribiendo esto recordándolo todo,y no me salen las palabras. Demasiados sentimientos y pocas palabras para definirlos. Me quedo en blanco,como blancas eran las placas del recinto en el que nos vimos la primera vez. Me quedo en blanco,como blancos eran los trozos de hielo que se rompían si patinaban los que sabían. Blanco,como la luz que ilumina al que está perdido; negro,como el túnel en el que me perdí.

Recuerdo más momentos,más tardes,más días,y noches. Recuerdo casi todos los momentos que el alcohol no ha podido borrar,me acuerdo de encuentros en la feria,y en otras calles. Sé que no hay mucho que contar,que no hay muchos capítulos en nuestra historia,y que algunos se han perdido en la memoria. Pero todos los que se han quedado,jamás se perderán,aunque el tiempo pase y lo intente,no lo conseguirá. Porque cuando el próximo año llegue otra vez la primavera,y lo reviva todo una vez más,simplemente tendré que volver a sentarme en mi escritorio,y buscar esta entrada,y leerla,y convertir mis cuatro paredes en aquel lugar en donde la vida nos puso...Porque cuando llegue otra vez el día señalado en el calendario,y los vientos traigan de nuevo esos recuerdos,volveré al banco en el que estoy sentado ahora,y simplemente,recordaré...

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